El Reto
Israel, un país construido sobre la base de la innovación, quería ofrecer a sus 9 millones de ciudadanos una forma más fácil de pagar el transporte público en todo el país. En asociación con el Ministerio de Transporte de Israel, implementamos juntos una solución de pago escalable que incluye más de 15 operadores de transporte en el país. El desafío era enorme: conseguir que todo un país tuviera una única plataforma que les permitiera planificar y pagar sus viajes.
Las formas de pago anteriores requerían una tarjeta física que debía recargarse o el pasajero debía pagar en efectivo en el autobús. Los pasajeros solo podían obtener descuentos si se comprometían y pagaban pases mensuales, semanales o diarios, lo que desperdiciaba el dinero si el pasajero no usaba sus créditos.
Cuando la pandemia de COVID-19 se agravó en Israel, los operadores de transporte prohibieron el uso de efectivo para pagar en autobuses y trenes, por lo que la tarjeta física se convirtió en la única forma de pagar. Para los usuarios únicos o turistas, tener que comprar una tarjeta física era una carga adicional, lo que los incentivaba a buscar opciones de movilidad alternativas.